Las Puertas Santas

03.04.2016 08:14

El Año de la Misericordia, que comenzó el 8 de diciembre del 2015 y concluirá el 20 de noviembre del 2016, fue instituido para celebrar el 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, teniendo como eje central la Divina Misericordia.

Los años seculares ocurren aproximadamente cada 25 años. El último fue en el 2000, así es que no debemos dejar pasar esta gran oportunidad concedida por el Papa Francisco. Estos años sagrados están llenos de celebraciones y peregrinajes especiales, fuertes llamados a la conversión y al arrepentimiento, y la oportunidad de experimentar la gracia de Dios mediante los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía.

Una buena forma de ganar indulgencias este año es atravesar una Puerta Santa en peregrinaje. El comienzo de este año fue marcado precisamente por el Papa Francisco con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Ante la imposibilidad de muchos de viajar hasta Roma para cruzar el umbral de esa puerta, la Iglesia ha designado Puertas Santas en ciertas parroquias alrededor de todo el mundo.

Las Puertas santas

El peregrinaje es una tradición muy antigua de la Iglesia Católica y  el Evangelio narra que José y María peregrinaban a Jerusalén, por lo que Jesús también vivió esa experiencia.

A continuación algunas sugerencias al peregrinar a las Puertas Santas:

  • Averigua dónde hay una Puerta Santa cerca de tí. Cada diócesis tiene una o varias. 
  • Haz una peregrinación en familia o parroquia, puede ser caminando o en camión, pero que implique algún tipo de movimiento.
  • Estar consciente que el significado de este peregrinar es pasar de una antigua vida de pecado hacia una nueva vida de gracia.
  • Reflexiona en el hecho de que esa puerta representa a Cristo, quien dijo: “Yo soy la Puerta: el que entre por mí estará a salvo”. (Juan 10:9).
  • Antes de cruzar el umbral de esa puerta es recomendable recibir los sacramentos de la Reconciliación, Penitencia y Eucaristía, meditar en tu conversión personal y rezar por las intenciones del Papa Francisco.
  • Saber del compromiso que adquieres de imitar la misericordia de Dios y ponerla siempre en práctica en tu vida.
  • Camina en silencio durante la peregrinación. Observa todo a tu alrededor. En ocasiones Dios envía ángeles para darnos un mensaje o mostrarnos el camino a seguir.
  • Tener disposición de salir renovado hacia una vida nueva.

Las personas enfermas o ancianas que no puedan hacer esta peregrinación hacia la Puerta Santa, pueden ganar la indulgencia plenaria recibiendo la Comunión o participando en la Santa Misa o en oraciones comunitarias.

Además de este peregrinaje, puedes ganar indulgencias plenarias haciendo obras corporales e espirituales de misericordia, que a continuación te detallamos.

Se recomienda realizar una obra de misericordia cada semana durante este Año de la misericordia. 

 

Obras corporales de misericordia

  • Alimentar al hambriento
  • Dar techo al desamparado
  • Vestir al desnudo
  • Visitar a los enfermos
  • Visitar a los presos
  • Dar de beber a los sedientos
  • Sepultar a los muertos

Obras espirituales de misericordia

  • Convertir a los pecadores
  • Instruir a los desinformados
  • Asesorar a los dudosos
  • Confortar a los que sufren
  • Sanar las heridas
  • Orar por los vivos y muertos
  • Soportar los males con paciencia

 

Referencia: https://www.crsespanol.org/indulgencias-ano-de-la-misericordia/. Recuperado 3.4.16