Fiesta de la Anunciación

25.03.2020 05:06

Tropario de la Fiesta de la Anunciación

Hoy es el comienzo de nuestra salvación y la revelación del Misterio que se preparó desde toda la eternidad.

El Hijo de Dios se convierte en el Hijo de la Virgen, y Gabriel anuncia esta gracia. Unámonos con él para clamar a la Madre de Dios: "¡Salve, oh, llena de gracia, el Señor está contigo!"

Compartimos a continuación algunos párrafos sobre Homilías, comentarios y meditaciones desde la tradición de la Iglesia para ésta gran celebración:

Ved la humildad de la Virgen, ved su devoción. Prosigue, pues: «Y dijo María: He aquí la sierva del Señor». Se llama sierva la que es elegida como Madre, y no se enorgullece con una promesa tan inesperada. Porque la que había de dar a luz «al manso» y «al humilde», debió ella misma manifestarse humilde. Llamándose también a sí misma sierva, no se apropió la prerrogativa de una gracia tan especial, porque hacía lo que se le mandaba. Por ello sigue: «Hágase en mí según tu palabra». Tienes el obsequio, ves el voto. «He aquí la sierva del Señor», es su disposición a cumplir con su oficio. «Hágase en mí según tu palabra», es el deseo que concibe. San Ambrosio, Padre de la Iglesia.

Los espíritus celestiales no vienen a nosotros por sí mismos, sino cuando conviene para nuestra utilidad, porque atienden al decoro de la divina sabiduría; de donde sigue: «Fue enviado el ángel Gabriel». El Señor no se sienta en el trono material de David, puesto que el reino judío había pasado a Herodes. Pero llama trono de David a aquel en que se sienta el Señor para gobernar un reino indisoluble. San Basilio, Padre de la Iglesia.

No anuncia el Angel a la Virgen después del parto, para que entonces no se turbe en demasía, sino que le habla antes de la concepción. No en sueños, sino presentándose de una manera visible. Porque como había de recibir una gran revelación, necesitaba de una visión solemne antes del cumplimiento. (Homiliae in Matthaeum, 4) San Juan Crisóstomo, Padre de la Iglesia.