El Tercer Domingo de Pascua, conmemoramos a las Santas Mujeres Miróforas

06.05.2014 15:37

Mujeres Miróforas

Aunque no estén expresamentemencionadas como tales en los Evangelios, Marta y María se encontraban entre las “Mujeres Miróforas” (portadoras de miro o de mirra). Estas fieles seguidores de Jesús estaban en el Gólgota durante la crucifixión de Jesús y más tarde llegaron a su tumba en la madrugada siguiente, día sábado con mirra (aceite aromático de alto precio )- de acuerdo con la tradición judía- para ungir el cuerpo de su Señor.

Las Miróforas se convirtieron en las primeras testigos de la Resurrección de Jesús, la búsqueda de la tumba vacía y enterarse de la gozosa noticia por un ángel. [1]

Los Evangelios son claros: Mateo dice que al sepulcro fueron "María Magdalena y la otra María"; Marcos dice que estaban "María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé"; Lucas deja entrever que eran un grupo al escribir "eran María Magdalena, Juana, y María madre de Santiago, y las demás con ellas"; y, finalmente, Juan solamente menciona la aparición a María Magdalena.

Aunque parezcan relatos divergentes, son complementarios entre sí. Diversos escritores han concordado los relatos para armar una historia más o menos como esta: Las mujeres llegaron a la tumba, tienen la aparición del ángel y regresan adonde los apóstoles y les avisan. En este recorrido, se les aparece Jesús. Al saber la noticia, Pedro y Juan fueron al sepulcro, lo vieron abierto, se fueron y María Magdalena quedó allí, y tuvo su encuentro con el Señor.

El hecho de poner a unas mujeres como testigos de un hecho tan importante como la Resurrección de Cristo, en contextos tan poco favorables a la mujer como eran el judío o el gentil, es uno de los datos en que se apoyan muchos escritores a la hora de validar los textos referentes a la Resurrección: mujeres que acuden al sepulcro.

En la Iglesia primitiva: San Pablo o San Pedro, cuando predican sobre la Resurrección de Cristo, se ponen ellos mismos como testigos fiables, o a una multitud, pero jamás hacen referencia a "tenemos el testimonio de María Magdalena”. Y sin embargo, en los escritos no hubo más que poner a las mujeres como mensajeras y a los hombres como receptores de este anuncio. Así debió ser si se quería escribir la verdad.

Entonces, las Miróforas son: Santa María MagdalenaSanta María la de SantiagoSanta María SaloméSanta Juana la de Cusa. Y, aunque no aparecen en los relatos evangélicos, en ocasiones se añaden, por el hecho de ser discípulas de Cristo, a Santa SusanaSanta María Cleofás y Santa María de Betania; y  a Santa Marta. Es perfectamente aceptable que las discípulas de Cristo que aún les fueran fieles estuvieran allí, aunque no estén mencionadas explícitamente en los evangelios.

En el arte ortodoxo son representadas en grupo en muchas ocasiones, todas con frascos de mirra. Ya en el siglo III fueron representadas juntas, como puede verse aún hoy en una capilla siríaca junto al Éufrates.[2]